La idea básica de la marea provocada por la Luna, por ejemplo, es que la atracción gravitacional sufrida por cada punto de la Terra debido a la Luna, depende de la distancia de ese punto a la Luna. Por lo tanto, la atracción gravitacional sentida en el lado de la Tierra que está más próximo a la Luna es mayor que la sentida en el centro de la Tierra, y la atracción gravitacional sentida en el lado de la Tierra que está más distante de la Luna es menor que la sentida en centro de la Tierra. Luego, en relación al centro de la Tierra, un lado está siendo atraído en dirección a la Luna, y el otro lado está siendo atraído en la dirección contraria. Como el agua fluye muy fácilmente, ella se "amontona" en los dos lados de la Tierra, que queda con una protuberancia de agua en dirección a la Luna y otra en la dirección contraria.
A medida que la Tierra gira en su movimento diario, esta portuberancia
de agua continúa siempre apuntando aproximadamente en la dirección
de la Luna. En un cierto momento, un cierto punto de la Tierra estará
exactamente debajo de la Luna y tendrá marea alta. Seis horas más
tarde, la rotación de la Tierra habrá desplazado ese punto
a
de la Luna, y ocurrirá una marea baja. Seis horas más tarde,
el mismo punto estará a
de la Luna, y tendrá marea alta nuevamente. Por lo tanto las mareas
se producen dos veces cada 24h 50min, que es la duración del día
lunar. Si la Tierra estuviese totalmente cubierta de agua, la altura máxima
de las mareas sería de 1 m. Como la Tierra no está completamente
cubierta de agua, varios aspectos resultantes de la distribución
de las masas continentales contribuyen para que la altura y la hora de
la marea varíen de un lugar a otro. En algunas bahías y estuarios
las mareas llegan a alcanzar 10 m de altura.
Introducción
a la Astronomía y la Astrofísica